Los casos abordados por la Defensoría del Público en sus primeros siete meses de gestión fueron ejemplares para dar cuenta de la función del organismo, pero también para explicar los derechos que la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual otorga a todas las personas como audiencias de radio y televisión.
La Defensora del Público, Lic. Cynthia Ottaviano, se refirió al necesario acceso a programaciones que den cuenta de la diversidad, de la obligación de los canales de respetar la distinción de las programaciones según los horarios para resguardar los derechos de la infancia, del derecho de todas las personas a que su dignidad y su identidad sean preservadas, de las previsiones de la ley audiovisual respecto a la incorporación de lengua de señas.
Al referirse a la publicidad –que, según la LSCA, no debe apelar a la “inexperiencia y credulidad” para incitar a niños, niñas y adolescentes a la compra de productos- algunos chicos sumaron sus experiencias y opiniones sobre anuncios engañosos.
En una recorrida por los principales aspectos de la LSCA, Ottaviano se detuvo en el artículo 70 que establece que deben evitarse en los medios audiovisuales los “contenidos que promuevan o inciten tratos discriminatorios”. Se habló entonces de violencia de género y de estereotipos y desde el auditorio señalaron que así como las mujeres suelen ser relegadas a las tareas domésticas, los varones parecen tener asignada la responsabilidad de “llevar el sueldo” al hogar.
Los comentarios y preguntas de las y los participantes apuntaron a la falta de noticias culturales y sobre adolescencia, abrieron un intercambio sobre la noción de objetividad, indagaron sobre la aplicación integral de la LSCA en el marco de la judicialización de algunos de sus artículos.
La Defensoría del Público promueve estos espacios de formación y de debate para escuchar las opiniones de las y los jóvenes en relación a los medios audiovisuales, para aportar desde su especificidad, para promover la participación de chicas y chicos como audiencias críticas, como sujetos de derecho.
La Defensoría del Público fue convocada para conversar con adolescentes y jóvenes sobre el derecho humano a la comunicación que promueve la Ley 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual (LSCA). El encuentro se realizó en el marco de la Cátedra libre de políticas públicas de juventud de la Universidad Nacional del Noroeste de Buenos Aires (UNNOBA) y la Dirección de Juventud del Municipio de Pergamino.
La capacitación giró en torno a los derechos de niños, niñas y adolescentes, a través de ejemplos que permitieron reflexionar sobre el rol de los medios audiovisuales en la promoción de los derechos humanos. Alrededor de 140 estudiantes secundarios conocieron que tienen derecho a que los medios audiovisuales protejan su intimidad, cuiden su imagen y respeten su dignidad; a que se los interpele como ciudadanos y ciudadanas y no como meros consumidoras y a expresar su visión del mundo, sus ideas y opiniones sobre los temas que les interesan o preocupan.
Las chicas y chicos identificaron ciertos cambios en los medios audiovisuales, como la incorporación de mujeres en las transmisiones de fútbol o la presencia de la lengua de señas en algunos noticieros. Dijeron que les preocupaba el tratamiento del asesinato de Ángeles Rawson y comentaron que se habla mucho de ellos pero pocas veces su voz es escuchada.
La Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual 26.522 establece que durante el horario apto para todo público (de 6 a 22 hs.) las programaciones de los medios audiovisuales no pueden inducir al consumo de drogas ni mostrar violencia verbal o física injustificada. También señala que las publicidades no deben basarse en su inexperiencia o credulidad. Reconoce el derecho de las y los jóvenes sean respetados en su dignidad, reputación e imagen de acuerdo a lo que señala la Ley 26.061 de Protección Integral de niños, niñas y adolescentes y garantiza el derecho a la libertad de expresión como indica la Convención sobre los Derechos del Niño. Además prevé la creación de radios escolares en escuelas públicas para que desde la infancia se adquieran herramientas para facilitar su participación en los medios.
También se intercambió acerca del lugar de los y las adolescentes como audiencias activas, aclarando que pueden presentar consultas o reclamos en la Defensoría del Público cuando sientan que sus derechos estén siendo vulnerados.
Periodistas, estudiantes de comunicación y periodismo, licenciados y estudiantes de Comunicación, representantes de organizaciones sociales y docentes de varios niveles participaron en Córdoba de la Jornada por una Comunicación Democrática de la Niñez y la Adolescencia. Fue el martes 2 de julio, convocada por la Defensoría del Público de Servicios de Comunicación Audiovisual, UNICEF y AFSCA.
La actividad se realizó en dependencias de la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional de Córdoba. Su rector, Francisco Tamarit, destacó la importancia de que todas las casas de estudios estatales se sumen a los procesos de transformación social que se expresan en la adopción y puesta en vigencia de nuevos derechos.
Más de 200 personas escucharon a María José Ravalli, responsable del área de Comunicación de UNICEF, quien compartió informes acerca de los consumos culturales de niñas, niños y adolescentes. A su tiempo, la presentación de Alicia Ramos, directora de Investigación y Producción de AFSCA, señaló los derechos que la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual garantiza a las chicas y chicos.
Desde la Dirección de Capacitación y Promoción de la Defensoría del Público, Hugo Muleiro propuso un debate sobre la aplicación efectiva de estos derechos. Hubo consenso en la necesidad de lograr avances en considerar a las niñas, niños y adolescentes como sujetos plenos de derecho, que sean tomados como fuente en los asuntos que les conciernen y que sean respetadas su intimidad y dignidad personal.
Cielo Salviolo, consultora e investigadora en comunicación, ex directora y actual consultora de creativa y contenidos de Paka-Paka y directora del Laboratorio de Televisión Infantil para América Latina, aportó ejemplos y reflexiones para proponer algunos ejes para la producción audiovisual para la niñez y adolescencia.
Las voces de jóvenes cordobesas y cordobeses también tuvieron espacio. Primero, Radio Feroz tomó la palabra. Es un proyecto de comunicación comunitaria a cargo de chicas y chicos que forma parte de Radio Sur. También estuvieron las chicas y chicos que hacen La Rimbombante, una emisora comunitaria del barrio Argüello, en la Ciudad de Córdoba. Desde el escenario realizaron fragmentos de un programa radial con noticias, risas y un jingle entonado en sus propias voces.
Fue, además, oportunidad para la presentación del cuadernillo elaborado por INADI, AFSCA y la Defensoría del Público que presenta una serie de herramientas para estudiantes y profesionales de la comunicación “Por una comunicación democrática de la niñez y la adolescencia”.
La Defensoría del Público dedicó el sábado 29 de junio a conversar con chicos y chicas de Tandil, a acercarse a sus gustos, a sus expectativas, a sus modos de relacionarse con la radio y la televisión.
Ese día, en la sala donde 24 horas antes se había realizado la Audiencia Pública de la Región Buenos Aires, se convocó a jóvenes para que la palabra siguiera circulando. Hablaron, entonces, de la publicación de imágenes escabrosas de una chica asesinada. Del mismo capítulo visto una y mil veces. De la falta de recursos de los canales de televisión local para producir programas de calidad. De lo poco que los jóvenes son consultados, incluso cuando se trata de temas que los involucran directamente.
Sus consumos tienden a concentrarse en Internet. Construyen recorridos propios en la red de redes. Intercambian imágenes, ideas, melodías. Cuestionan las leyes de propiedad intelectual que restringen la posibilidad de compartir contenidos en Internet mientras las mismas empresas habilitan la violación de la intimidad de chicos, chicas y adultos en el mundo virtual y en el que muestran los medios de comunicación tradicionales.
Con sus cámaras o con el celular registran el mundo desde su punto de vista. Mezclan sonidos para hacer música electrónica, investigan programas y herramientas para editar videos, se ríen de la ironía en los monólogos de los youtubers, dan vida a personajes de animé que a veces ellos mismos encarnan, leen blogs, crean vínculos en las redes sociales. Con todo eso a cuestas, salen a la calle, van a la escuela y cuestionan que se califiquen como correctas o incorrectas las opiniones en un examen con multiple choice.
El taller estuvo coordinado por Paula Castello y Hugo Muleiro del área de Capacitación. Soledad Arenaza, integrante del equipo de Protección de Derechos, explicó el trabajo de la Defensoría del Público. Vanesa Leschuitta, realizadora audiovisual, tandilense por elección, propuso sintetizar en un video las opiniones que circularon ese día y puso a disposición ejemplos y herramientas. Fue un espacio de intercambio, de análisis y, también, de producción.
La Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (LSCA) promueve un nuevo paradigma: la comunicación como derecho humano. Este cambio de perspectiva despierta nuevas preguntas, nuevas prácticas y debates para las audiencias y, también, para las y los trabajadores de la radio y la televisión. La Defensoría del Público fue invitada a participar de uno de los encuentros de la Escuela de Programadores para la nueva televisión, donde más de 20 productores de TV y estudiantes de la provincia de Chaco se animaron a contribuir y profundizar este debate ciudadano. Fueron dos jornadas intensas que se desarrollaron el viernes 28 y sábado 29 de junio en la sede de la Dirección de Cine y Espacio Audiovisual, ubicada en la ciudad de Resistencia.
El eje principal de la capacitación fue pensar la producción audiovisual con perspectiva de género, de acuerdo a lo que señala uno de los objetivos de la LSCA: los medios audiovisuales deben promover la igualdad entre varones y mujeres, el tratamiento plural y no estereotipado, evitando toda discriminación por género u orientación sexual (Art. 3, Inciso M de LSCA 26.522). La charla-taller, a cargo de Romina Coluccio, integrante del equipo de Capacitación y Promoción de la Defensoría del Público, propuso como punto de partida reflexionar sobre las construcciones sociales, culturales e históricas que atribuyen ciertos roles, tareas y espacios diferenciados a mujeres y varones, construcciones que naturalizan las relaciones desiguales de poder entre unas y otros. El grupo identificó estereotipos que reproducen y refuerzan esas asimetrías en la publicidad y, como contrapunto, se analizaron también experiencias innovadoras que los ponen en crisis. A partir de este intercambio se puso en discusión el uso sexista del lenguaje que invisibiliza a la mujer, excluyéndola de la escena pública.
Las noticias locales fueron materia de análisis para identificar los modos de abordaje periodístico de la violencia de género, de acuerdo a lo establecido en la Ley 26.485 de Protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres (Art. 71 de LSCA 26.522). Se planteó la necesidad de brindar información que actúe de servicio para la población como, por ejemplo, los datos de contacto de los organismos públicos y organizaciones de la sociedad civil a los que se puede acudir en caso de violencia. En este caso, el hincapié se centró en proteger la identidad de la víctima y evitar cualquier argumento que tienda a justificar la violencia.
La Escuela de Programadores para la nueva televisión se propone “brindar herramientas de análisis que le sirvan al audiovisualista para desmontar prejuicios, hábitos y esquemas consagrados por la práctica televisiva, en vistas a la construcción de una comunicación y una TV renovados”. Se trata de una iniciativa conjunta de la Dirección Nacional de Industrias Culturales, la Secretaría de Cultura de Nación, el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social y la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual. Está destinada a productores/as de TV, estudiantes y graduados/as de carreras universitarias o terciarias vinculadas a la comunicación y de escuelas de oficios.
Como parte de las conclusiones, se destacó la oportunidad que tienen las y los comunicadores para crear nuevos relatos que promuevan la igualdad de oportunidades y rompan con los estándares de “normalidad”, relatos que reivindiquen la diversidad como valor.